Antes de responder a la pregunta del millón: ¿cómo sé si tengo dis-quee?¿disbiosis?, quiero contarte QUÉ es la disbiosis, ya que probablemente ni siquiera habías escuchado esa palabra antes. Aunque no lo creas es algo MUY, realmente muy frecuente y de lo cual poco se habla. Muchas veces silencioso y tiene muchas consecuencias si es que no es tratada como corresponde.
La disbiosis es la alteración de la microbiota, es decir, de los “bichitos” que viven en nuestro cuerpo (intestino, piel, sistema genito – urinario, etc) y se puede producir por montones de causas que con seguridad recuerdas de las publicaciones anteriores :D.
El consumo de alimentos procesados, agua clorada, medicamentos como los antibióticos y el estrés son los principales responsables de estas alteraciones.
NADA DE ESO ES NORMAL…
Algo que debes saber sobre la disbiosis es que produce alteración de las miles de funciones de la microbiota, por eso es que seguramente estás manifestando todos esos síntomas tan incómodos y desagradables. Es la forma que tiene el cuerpo de decirte ¡”tienes disbiosis”!
VEAMOS SI TE IDENTIFICAS CON ALGUNOS 😀
* Dolor abdominal
* Hinchazón aunque sólo tomes agua y te alimentes de manera saludable
* Gases
* Flatulencia
* Meteorismo
* Diarreas o estreñimiento
* Acidez y reflujo
* Reacciones exageradas a distintos alimentos (alergias, sensibilidades, intolerancias)
* Rinitis todo el año
* Asma
* Sinusitis, faringitis, bronquitis y otras a repetición
* Dermatitis
* Infecciones urinarias y hongos vaginales a repetición
* Dolores musculares o articulares
* Dolores de cabeza continuos
* Decaimiento, falta de energía
* Falta de claridad mental (como si vivieras en una nube)
* Etc.
Quien sufra al menos una de las anteriores ¡que levante la mano! Y no te sientas un bicho raro… Todo lo anterior es tan pero taaaan común en estos tiempos en los que el estrés y la velocidad a la que transcurren los días nos obligan a tomar malas decisiones respecto a nuestra alimentación y calidad de vida, que no te quepa duda de que hay muchos como tu.
Pero algo puedo asegurarte… NADA de lo anterior es normal. A pesar de que esté sumamente normalizado y nadie hable de ello.
Y, ¿QUÉ ES LO QUE PUEDE PASAR SI NO LA TRATO?
La verdad es que hay distintos tipos de disbiosis. Pueden aparecer microorganismos que NO forman parte habitual de nuestra microbiota (como los parásitos), puede disminuir la cantidad de los “bichitos” buenos (como las bacterias llamadas Lactobacilos) o pueden aumentar algunos que normalmente no se manifiestan pero que, bajo determinadas circunstancias, se aprovechan y crecen (como los hongos Cándidas).
Cualquiera sea la disbiosis que te está afectando, está haciendo que tu sistema inmune reaccione produciendo inflamación de los tejidos.
Esas inflamaciones se dice que son SILENCIOSAS, porque, a diferencia de lo que pasa cuando nos golpeamos un dedo con la cama (seguro has sentido ese dolor, calor y enrojecimiento alguna vez), a ésas no las vemos ni sentimos directamente. El problema es que si se mantienen por mucho tiempo (a veces años) pueden llevarnos a problemas más complejos como:
* Alergias de todo tipo
* Enfermedades autoinmunes, por ejemplo, artritis reumatoide o lupus
* Fibromialgia, fatiga crónica y otros dolores musculares o articulares
* Malnutrición, tanto obesidad como desnutrición
* Alteraciones del Sistema Nervioso, como depresión o Parkinson
* Cáncer
* Y más…
¡No te preocupes! No tienes que llegar a nada de eso si te OCUPAS.
Por eso te pido que escuches tu cuerpo, que lo sientas, que consultes… Hoy en día hay muchas nutricionistas y médicos integrativos tomando en serio la Salud Digestiva.
Por nuestro lado, te seguiremos acompañando en este camino de conocimiento, dándote todas las herramientas para que puedas abrirte a la posibilidad de sentirte bien otra vez :D.
Esperamos leerte pronto 😀
¡Hasta la próxima!
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