¿Eres parte de ese gran porcentaje de personas que las legumbres la hinchan?
Muy común escucharlo a diario en la consulta y entre familiares. Te cuento por qué.
Las legumbres contienen unas moléculas llamadas oligosacaridos, las cuales no son digeribles por nuestro organismo, por lo que llegan al intestino grueso para ser digeridas por nuestras trillones de bacterias que ahí habitan (microbiota intestinal). Estas al digerir estas fibras generan gases que muchas veces son molestos.
Para muchas personas el camino es dejar de comerlas, pero es importante que sepas que las legumbres no solo son muy nutritivas, también son una excelente fuente de alimento para tu microbiota intestinal.
Entonces, aquí algunos datitos que son bueno saber:
1. Mientras más grande el grano de legumbre, más difícil de digerir, por eso es común escuchar: “los porotos me hinchan muchísimo pero las lentejas no.” Prueba primero con las lentejas.
2.Siempre debes remojar tus legumbres. Mientras más tiempo la remojas, mucho mejor. 48 horas en remojo y verás cómo hace la diferencia, en especial si le agregas una cucharada de vinagre (ojala uno natural) y no usar el agua de remojo para la cocción.
3.Al momento de servir agrega una cucharada de vegetales fermentados a tus legumbres, las bacterias que ahí se encuentran ayudarán a la digestión de esa comida.
4.Puedes triturarlas en la licuadora y comerlas tipo puré o sopa.
5.Recuerda que “la dosis hace el veneno”, escucha a tu cuerpo y encuentra la porción que a ti te hace bien.
Una microbiota saludable debe cumplir con tres pilares: abundancia, riqueza y diversidad. Para que esto ocurra tu alimentación debe ser alta en fibra. ¡Tu microbiota se alimenta de ella!
Privarte de muchos alimentos vegetales porque te hinchan no es el camino, si eso está ocurriendo, hay que analizar la causa y reparar/restablecer/repoblar ese intestino.
¡Buen provecho!
Trinidad Völker
Nutricionista Integrativa
Fundadora La Fermentista
